Hoy he comido con Ruper y me ha hecho entrega del disco dedicado del que os hablo en mi entrada anterior. Todo ello con grandes aspavientos para mayor risa del resto de los asistentes a la comida.
Claro que, ahora que lo pienso, tal vez el pobre consideraba que debía vengarse por mi regalo de cumpleaños. Fue el sábado pasado. Como Ruper también es músico, decidí regalarle un instrumento que estuviera a la altura de su talento. Aquí os dejo una foto para que lo veáis:
Me ha dicho que le encanta el sonido "rana", uno de los cuatro que incorporaba este magnífico instrumento. Aunque en la foto no acabe de verse bien, es de éstos que se pueden tocar de pie, como si fuera una guitarra. Con la mano izquierda llevas los sonidos y con la derecha las notas.