21 marzo 2007

Yo no quería

Gheorghe Muresan fue un jugador de baloncesto rumano que, gracias a su enorme estatura, llegó a jugar en la NBA. Con sus 2,31 es el jugador más alto en la historia de esta competición.

Muresan nunca llegó a triunfar a causa de sus continuas lesiones. Sin embargo, además de por su récord de estatura, será recordado en la mejor liga del mundo por una entrevista que concedió después de uno de sus primeros partidos.

Un periodista se le acercó y le preguntó algo. No sé cuál fue la pregunta, y el bueno de Gheorghe tampoco. Sólo llevaba unas semanas en EEUU y sus conocimientos de inglés eran muy rudimentarios. Así que sólo acertó a contestar lo siguiente:

- I love this game

Sin saberlo, acababa de acuñar el que hoy, casi quince años después, sigue siendo el eslogan de la NBA.

A principios de los años 70, Fleetwood Mac eran un grupo británico de blues-rock de bastante éxito. Sacaron canciones como "Black Magic Woman" (de la que luego Santana hizo una célebre versión) o el instrumental "Albatross".

Sin embargo, llegó un momento en que todos los guitarristas del grupo se fueron y dejaron solos al bajista John McVie y el batería Mick Fleetwood. Pese a que el nombre del grupo procedía de la combinación de sus apellidos, el líder era claramente uno de los desertores, Peter Green. Así que se encontraron con la tarea de reformar el grupo desde abajo, con la sola ayuda de la que había sido su teclista habitual, Christine Perfect (por entonces ya Christine McVie de resultas de su matrimonio con el bajista).

Los tres vivían desde hacía algún tiempo en Estados Unidos. Un día, Mick andaba mirando un estudio de grabación para el grupo. El tipo que se lo quería vender, para demostrarle sus cualidades acústicas, le puso un disco de una pareja desconocida. Buscando estudio, Fleetwood acababa de encontrar al guitarrista que buscaba. Además, el chico cantaba. De modo que se puso en contacto con él y le ofreció el puesto. Lo malo es que la pareja que había grabado el disco no sólo lo era artística, sino también sentimental. No estaba dispuesto a abandonar a su compañera: o los dos, o ninguno. Ya tenían a Christine que, además de tocar los teclados, cantaba, conque no necesitaban de ninguna manera a otra cantante. Pero al final, ante la opinión de sus dos compañeros de grupo, Mick hubo de dar su brazo a torcer y admitir a los dos. De este modo, Lindsey Buckingham y Stevie Nicks completaron la nueva formación de Fleetwood Mac.

Los cinco sacaron el disco que decidiría si tenían un futuro en la música o no. El sonido era completamente distinto al que hasta entonces habían tenido. Pero, afortunadamente, consiguieron el éxito gracias a una canción, "Rhiannon", escrita y cantada por... Stevie Nicks, la vocalista que Mick Fleetwood no quería en su grupo.

Durante el resto de la década, Fleetwood Mac fueron uno de los grupos más exitosos del mundo. Toneladas de discos vendidos a un público que apenas recordaba ya a los originales, con Peter Green.

El remate de esta historia ya entra en la crónica rosa. Además de por su música, Fleetwood Mac eran famosos por sus vaivenes sentimentales. La portada y el título de su disco más famoso, "Rumours", hacen referencia a ello. Porque las dos parejas originales ya se habían roto y había rumores de todos los colores sobre quién estaba con quién.

Uno de sus últimos éxitos, "Tusk", era una canción dedicada por Lindsey Buckingham a su ex-novia. Aunque ya habían roto, él estaba celoso por una supuesta relación que Stevie Nicks mantenía con un hombre desconocido. La relación resultó ser cierta y el hombre misterioso no era otro que... sí, lo habéis adivinado. Mick Fleetwood.

A veces las cosas no salen como las planeamos. A veces, incluso salen mejor.