22 marzo 2006

Problemas y problemas

Últimamente no estoy muy jacarandoso porque el padre de mi chica está en el hospital. Parece que la cosa se va a arreglar, pero anoche me llamó para decirme que había habido algún momento en que pensaban que se moría.

Mientras tanto, a mi alrededor hay quien se empeña en que cosas sin la menor importancia se conviertan en tremendos problemas de importancia sólo inferior a la de ellos mismos.

Cuantísimo me alegro de no ser uno de ellos.

18 marzo 2006

Gente que visita el blog

Hace un tiempo publiqué una entrada en este blog dando algunas indicaciones básicas sobre cómo buscar en Google. El motivo fue que había observado que mi blog tenía muchas visitas de personas que buscaban información sobre temas de los que aquí jamás se había tratado, pero una técnica de búsqueda defectuosa les había traído aquí.

Por cierto, se me olvidó una consejo que ahora doy: vigilad la ortografía. Google es capaz de corregir algunos errores, pero no todos.

Pero no era de esto de lo que quería escribir hoy, sino de lo contrario: de quienes llegan buscando información que sí van a encontrar. Este blog es bastante ecléctico; a veces escribo sobre mí, otras sobre cosas que pasan a mi alrededor, otras sobre temas generales. Pero, en general, me gusta dar alguna información útil, aunque sólo sea por la satisfacción que recibo cada vez que observo que alguien ha podido obtener aquí lo que buscaba.

Hace cosa de un mes, Rapunzell publicó una entrada en la que se hablaba de la gente que hace que internet sea mejor. Esta entrada incluía un enlace a otro blog en el que se hablaba del asunto, en mi opinión, de manera equivocada. Internet no es mejor porque cuelgues cosas de la mula (a menos que las hayas hecho tú), sino por la producción propia. A mí me gusta mucho ir a Google, buscar algo sobre lo que necesito información, y encontrarla en una página hecha por una persona que, simplemente, tenía interés en el asunto y ha dejado allí esa información. Así que, cuando veo que a alguien le ha podido pasar lo mismo con mi página, siento que estoy devolviendo un poquito de lo que he recibido.

No hace falta realizar grandes contribuciones. Somos tantos millones de personas las que publicamos en internet que sólo se necesita un poquito de cada uno para que la herramienta de información más formidable de la historia de la humanidad lo sea cada vez más.

03 marzo 2006

Nixus

Babead o deprimíos, a vuestra elección, con el nuevo vídeo de Etérea Estudios.

Harry

No he podido evitar copiar este test del blog de Athe:

You scored as Albus Dumbledore. Strong and powerful you admirably defend your world and your charges against those who would seek to harm them. However sometimes you can fail to do what you must because you care too much to cause suffering.

Albus Dumbledore

95%

Remus Lupin

80%

Draco Malfoy

75%

Hermione Granger

70%

Harry Potter

70%

Severus Snape

65%

Sirius Black

65%

Ginny Weasley

55%

Ron Weasley

50%

Lord Voldemort

25%

Your Harry Potter Alter Ego Is...?
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Por cierto, hoy nadie estaba leyendo un libro parecido al mío en el metro: pero tenía a un chico al lado leyendo el sexto libro de Harry Potter, y al otro lado una chica que estaba leyendo el quinto.

02 marzo 2006

Segundas partes

Hace un rato estaba sentado en un vagón del metro, leyendo "Las aventuras de Tom Sawyer". He levantado la mirada y no he podido evitar una sonrisa. La chica que estaba sentada en el asiento de enfrente leía "Las aventuras de Huckleberry Finn".

Esto me ha llevado a pensar en las segundas partes. Alguna vez se ha señalado la curiosidad de que una de los primeros usos conocidos de la frase "segundas partes nunca fueron buenas" está al principio de la segunda parte del Quijote. Era un arranque de modestia de Cervantes para referirse a su propia obra; arranque inmerecido, pues se considera que la segunda parte del Quijote (publicada diez años después de la primera, para quien no lo sepa) es aún mejor que la primera.

La frasecita se cumple muchas veces, pero hay algunas excepciones muy notorias. Aparte de la mencionada del Quijote, otra la forman las dos obras que he mencionado al principio de esta entrada. "Las aventuras de Huckleberry Finn", que viene a ser una continuación del otro libro, está considerada como la obra maestra de Mark Twain.

Por supuesto, me estoy refiriendo a segundas partes que superaron a una primera parte ya muy notable. Que nadie me venga con que "Rambo" es mejor que "Acorralado", por favor.

En el cine también tenemos muchos casos. "El Imperio contraataca" es mejor que "La guerra de las galaxias". "El padrino" fue una película formidable, pero "El padrino II" es aún mejor. Incluso en el cine de puro entretenimiento, creo que ni en la trilogía de Indiana Jones ni en la de "Regreso al futuro", la primera película es la mejor de la serie.

Aún más recientes, para mí "X-Men 2" es todavía mejor que la primera.

Todo esto tiene su lógica. Un autor va conociendo mejor su propia obra y va aprendiendo, por lo que una continuación hecha con honradez artística puede fácilmente superar al original. Si el motivo principal de la continuación es ordeñar la vaca, cuando la continuación no tiene realmente razón de ser, llega la catástrofe. Cuando habéis leído lo que he dicho sobre las dos primeras películas de "Star Wars", seguro que habéis pensado en la malhadada segunda trilogía, ¿verdad? Y qué decir de las dos últimas películas de Matrix, comparadas con la primera.

Un caso distinto es el llamado "síndrome de la segunda obra". La opera prima de un autor se convierte en un gran éxito, por lo que éste se siente muy presionado para que la siguiente no desmerezca de la primera. Esto ha llevado a casos muy sonados en los que la segunda obra ni siquiera ha existido. J.D. Salinger no ha escrito ninguna otra novela después de "El guardián entre el centeno", y ha tenido más de 50 años para hacerlo. Casi tanto tiempo ha pasado desde que Harper Lee escribiera "Matar a un ruiseñor", y aún no ha sido capaz de escribir otra novela. Juan Rulfo, después de "Pedro Páramo", estuvo muchos años preparando su segunda novela, "La cordillera"; a su muerte se supo que esa novela no existía, lo decía en las entrevistas para que le dejaran en paz. Lampedusa no volvió a escribir nada tras "El gatopardo". Creo que es fácil entender que los propios autores vieran difícil superar su primera obra, y es razonable que hayan preferido no estropearla con una segunda inferior.

Otra posibilidad consiste en una segunda obra deliberadamente menor, generalmente mediante un cambio total de registro. Tras "La verdad sobre el caso Savolta", Eduardo Mendoza tardó mucho en decidirse a publicar nada, hasta que sacó "El misterio de la cripta embrujada"; excelente decisión, pues el cambio de estilo es completo, la calidad de la segunda novela no tiene nada que envidiar a la anterior sin admitir comparaciones (la primera es dramática, la segunda humorística), y le permitió seguir adelante, superando más tarde su opera prima por derecho. Incluso descubrir que el humor se le daba muy bien, lo que le ha dado una alternativa excelente en su carrera. Como el caso de Mendoza hay muchos otros, y creo que es el camino adecuado. Aunque no fácil de seguir.

Me gusta terminar mis entradas con alguna conclusión o colofón a lo escrito, pero en este caso no se me ocurre nada, conque lo dejaré aquí y me iré a dormir, que ya es hora.