12 enero 2006

Los retrovisores

Oficialmente, mi tendinitis es cosa del pasado. Hoy me han dado el alta, por lo que estoy bastante contento. Aunque eso significa que tengo que volver a trabajar, claro; ya no voy a cobrar de vuestras aportaciones a la Seguridad Social.

Ayer fui a comprar un espejo para reemplazar el del retrovisor derecho de mi coche, que alguien había roto. Llevo sin conducir desde el día de Navidad por culpa de la tendinitis, conque hoy he ido a buscarlo adonde lo había dejado aparcado para llevárselo a mi mecánico y que me pusiera el espejito (no vaya a ser que yo lo pusiera mal y se cayera). Sorpresa: ahora se habían cargado el otro retrovisor.

Y esta vez no era sólo el espejo, sino que habían arrancado el soporte. Se necesita hacer bastante fuerza para conseguirlo. Y mi coche estaba perfectamente aparcado, en batería, en un lugar permitido, lejos de esquinas y garajes...

Me ha hecho una gracia nula. Y sólo encuentro las siguientes razones que expliquen que en poco tiempo me hayan roto los dos retrovisores:

- casualidad (a veces pasa)

- la gente conduce fatal en mi barrio y se lleva los retrovisores de los demás puestos

- los salvapatrias han encontrado patriótico cargarse los coches de esos putos polacos separatistas que van por ahí haciendo ostentación

Así que, con harto dolor de mi corazón, y por si era esto último, he tenido que quitar la bandera de Aragón que llevaba colgando del interior del coche.

No hay comentarios: