11 marzo 2004

No pasarán

No pienso dejar que una cuadrilla de cabronazos (a los que, como bien ha dicho Marco, ninguna puta honrada pariría) cambie mi vida. Y menos aún mi forma de ser o de pensar.

"Pues que les regalen el País Vasco y ya está: yo no lo quiero para nada. Lo que tienen que hacer es dar quince días para que se largue quien quiera y luego que entre el ejército y se líe a tiros con todos los que queden. Si hacen falta diez años de represión, pues diez años." No me lo invento. Esto lo he oído a la hora de comer de la boquita de un facha que trabaja conmigo. Muy formal y modosito, no creáis. Y esto lo ha dicho sin perder la compostura. Felicidades, chaval: eres el tipo de gente que quieren los terroristas. Aunque no esperes que yo también lo sea.

Estoy mirando la lista de heridos. Muchísimos nombres extranjeros. Pobres inmigrantes que habían venido a buscarse la vida e iban a trabajar o a estudiar, como todos los días, como todos sus compañeros de viaje españoles. No acabo de ver un grupo de sangrientos represores de los pueblos oprimidos en esa lista de víctimas. Pero tenemos claro quiénes son los buenos y quiénes los malos en esta lucha; no dejemos que nos confundan ni nos lleven a su terreno.

No podemos hacer nada para resucitar a los casi 200 muertos que llevamos. Para curar a los más de mil heridos, tenemos al personal sanitario. Pero todos tenemos en nuestra mano no dejar que los terroristas ganen. Mañana iré a la manifestación, sí, porque quiero que las víctimas se sientan arropadas; pero después iré a la fiesta a la que tenía previsto ir. El sábado seguiré con el plan que tenía. Y el domingo, desde luego, iré a votar. Y votaré a los mismos que si no hubiera habido atentados.


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