14 abril 2009

Semana Santa

Como es habitual, esta Semana Santa me he dejado de procesiones y me he ido a la playa. Bien hecho: en mi pueblo tuvieron que suspender las procesiones porque estaba nevando. Y ojo, que ir a tocar el tambor con los amigos a las procesiones tampoco es mal plan. Es bastante divertido pasar toda la noche rompiendo la hora. Mi récord de dormir lo conseguí, precisamente, después de romper la hora.

A lo que iba. El miércoles por la tarde cogí un tren a Zaragoza, donde me reuní con Raquel y Nu que venían de Pamplona. Allí cenamos con unos amigos (de maravilla, por cierto) y al día siguiente salimos en coche hacia la playa. El coche nos esperaba en Zaragoza, donde se había quedado después de que chocáramos un poco en el anterior viaje a Zaragoza. Me lo han dejado como nuevo, vale, pero la factura del taller también daba casi para comprar un coche nuevo.

Mejor no pensar mucho en eso.

Mis planes para la Semana Santa incluían leerme el Quijote por cuarta o quinta vez. Desgraciadamente, me lo dejé en Zaragoza, conque tuve que recurrir a los libros de mi padre. Aproveché para leerme las Memorias de un Beduino que le había regalado hace poco. Es una serie de artículos que Labordeta escribió sobre su experiencia como diputado en Cortes. Naturalmente, todo son sus impresiones subjetivas. Como el tipo no tiene ninguna ambición política, puede decir lo que le da la gana. Bastante recomendable.

Mi actividad durante esos días se puede resumir en la palabra "nula". Bueno, un día estuvimos paseando por el paseo marítimo, parando de rato a rato para comprar helados o chuches. Y bajé un par de ratos a leer a la playa, en lugar de leer en el jardín. Cumpliendo los planes, sí señor.

La excepción fue la noche del sábado, cuando bajamos a Barcelona para cenar con Siringa y Rick. El plan inicial consistían en pasar el día entero allí pero, como en la playa hacía buen tiempo y en Barcelona malo, lo cambiamos un poco. En los últimos tiempos, Siringa y yo nos vemos poco, así que le di un toque y quedamos. Durante la cena estuvimos hablando de las cosas que se habla cuando se juntan catalanes y madrileños. Bueno, en verano también es socorrido eso de "en Madrid hace más calor, pero el de Barcelona es más húmedo". Pero, al no hacer calor, fuimos directamente a cómo los catalanes están rompiendo España (una vez más, siento que este ordenador no me permita poner el acento en la p), cómo persiguen a los castellanoparlantes por las calles y estas cosas. Al final, creo que Rick se fue bastante convencido por mis razonamientos. Se va a hacer socio del Real Madrid y va a pedir que Raúl vuelva a la selección. O eso me pareció a mí.

La pena es que no pudimos hacernos una foto delante de la estatua del bogavante que hay junto al Maremágnum, porque mi cámara se había quedado sin batería. En fin, tendré que contentarme con la canción.

1 comentario:

Fantine dijo...

Dentro del conjunto de tradiciones de Semana santa, quizás las tamborradas turolenses sean de lo que mas me llama la atención, junto con la sobriedad de las procesiones castellanas. Con lo que no puedo es con lo de Andalucía de berrear y llamarle guapa a una iamgen de madera de una virgen. Lo siento pero no lo entiendo.

En cuanto al resto de tus vacaciones, me alegro de que lo pasaras bien y de que vuelvas a tener coche (a pesar del sablazo)