Transporte de mercancías

Jueves. Estoy tranquilamente en mi casa. Empieza a sonar el teléfono; veo que llaman desde un número sin identificar, así que paso de cogerlo. El 99% de las veces eso significa telemárketing.

Pero, por si acaso, al rato voy a mirar si han dejado mensaje en el contestador. El sagaz lector ya habrá supuesto que sí; si no, vaya chufa de relato. Me llamaban por un "envío desde Francia" y dejaban un número de teléfono y una referencia para que les llamara. Ah, y mencionaban mi nombre completo. Me pregunto para qué rayos ocultan el número si luego te lo dan. Es obvio que no sé nada de gestión de empresas, claro.

Bien, el caso es que esperaba un par de envíos, conque llamo y sí, era Seur (no, en el mensaje del contestador no decían quiénes eran). Que habían venido a traerme un paquete, pero en la dirección no venía el piso, conque habían llamado para preguntarlo. Vaya. En fin, que me lo podían traer cuando les dijera; al día siguiente por la tarde me venía bien. Tenía que salir de viaje, pero vaya, ya me iría un poco más tarde. Bien, irán a su casa de 4 a 7, no le puedo precisar más.

El viernes estaba en mi casa a las tres de la tarde, por si acaso. A las ocho me di cuenta de que mi viaje iba a tener que esperar a la mañana siguiente. Llamé por teléfono, pero ya no había nadie. Joder, pensaba que eran más serios con estas cosas.

El lunes por la mañana vuelvo a llamar. Buenas, un envío, tal referencia, a ver qué ha pasado.

- Sí, un momentito, a ver... sí, aquí está. El transportista no pudo entregar el paquete porque no había nadie en casa.
- No puede ser, estaba allí desde las tres y no me moví en toda la tarde.
- Pues no sé, yo tengo aquí este aviso del viernes por la mañana.
- ¿¿Por la mañana?? ¡Pero si me dijeron de cuatro a siete de la tarde! Por la mañana no hay nadie en casa.
- Ah, vaya. En ese caso, se lo volvemos a llevar. ¿Le viene bien esta tarde?
- Pues no, mejor mañana. ¿De cuatro a siete otra vez?
- De acuerdo, allí lo tendrá.

Martes por la tarde. Llego a mi casa a las cuatro menos diez (mola la jornada reducida de verano). Hay una llamada perdida en el teléfono de casa. No, no pueden ser ellos. Miro: 10h12, número privado. Miro el contestador: Seur Internacional le comunica que no se le ha podido entregar un paquete por ausencia reiterada...

¡Me cago en la puta!

Hala, a volver a llamar. A ver, qué cojones pasa.

- Debe de ser que ese transportista sólo entrega por las mañanas.
- Joder, ¿y no me lo pueden decir, en vez de hacerme creer que van a venir por la tarde?
- Ya, tiene usted razón. Si podemos encontrar alguna solución...

Claro, la pobre moza no tenía la culpa de que su empresa funcione de pena, así que no me puse borde con ella. Pues, si no pueden venir a casa por la tarde, tráiganme el paquete al trabajo por la mañana.

Y sí. El miércoles por la mañana lo trajeron. En efecto, era una de las cosas que esperaba (aunque pensaba que vendría de Inglaterra). Y sólo con una semana de retraso.

Ese mismo día, al volver a casa, tenía un aviso en el buzón. Me había llegado otro paquete, esta vez por correo. Como no estaba en casa, dejaban el aviso para ir a recogerlo. Al día siguiente pasé por la oficina de correos, lo recogí y listo.

Gracias, Fanti

Después de leer mi entrada de hace unos días sobre cómo había incumplido mi promesa de no ver un solo minuto de los partidos de la selección española de fútbol en la Eurocopa, la Tigresa del Metal me llamó por teléfono. Ya que has incumplido tu promesa, puedes seguir incumpliéndola y te vienes a casa a ver el partido de cuartos contra Italia.

Unos días antes, Athair también me había estado calentando la cabeza al respecto. Tío, y si quedáramos los amigos para ver los partidos, ¿tampoco vendrías? Bueno, vale, eso sería quedar con los colegas, así que iría.

En fin, estas cosas funcionan así, y al final donde quedamos fue en mi casa. Nos juntamos unos cuantos, vimos a San Iker acabar con Italia y ya la había cagado. Otra vez estaba viciado, iba a tener que ver también los demás partidos.

Así que, gracias a las malas artes de Fantine, no me he perdido precisamente el único torneo bueno que han hecho esos tipos en los últimos veinticuatro años (exceptuando el Mundial de 2002, de ingrato recuerdo). Hemos seguido viendo los partidos en mi casa (aunque cambiando el personal, al final Athair ha sido el único que ha venido todos los días, además de mí). Ayer nos juntamos diez personas, vociferamos, escuchamos los consejos tácticos de Raquel ("¡Capadlos a todos! ¡Castración alemana!"), dimos brincos, declaramos nuestro amor eterno a Xavi y lo pasamos en grande.

Luego no ha sido fácil dormir. No por la emoción, sino por los tradicionales borregos que se han pasado la noche dando bocinazos y gritando por las calles. En fin, lo esperable. Igual que ahora vendrán los discursitos de quienes se sentirán superiores porque no les gusta el fútbol (pero no pierden ocasión de darte la matraca con ello). Da igual, no me van a estropear el rato tan bueno que pasé.

Y el año que viene, ay, el Zaragoza en Segunda.

Cumpleaños

Pues sí, dentro de poco sabré la respuesta a la pregunta definitiva sobre la vida, el universo y todo lo demás. Aunque lo celebré ayer. Una fiesta poco original: como en años anteriores, invité a la peña a venir al Hylogui, hubo barra libre y a correr. Y, claro, hubo regalos. Que, también como en años anteriores, paso a enumerar para conocimiento general:

- Unas chancletas (pese a ser de FaHsS!!!, son chulas; un misterio)
- Unas cariocas (la tradicional frikada de Cris)
- Un vale por una entrada para el Circo del Sol (canjeable por una entrada de verdad la próxima vez que vengan a Madrid)
- Unas gafas de sol pijas
- Unas bermudas piratas
- Green Hair Monster (bicho/maceta de ésos que pones en un plato con agua y les crece el pelo verde)
- Libro: "En las antípodas", de Bill Bryson
- Libro: "El gran libro de los insultos", de Pancracio Celdrán Gomariz
- Libro: Guía de Japón (National Geographic)
- DVD: "Metal: a Headbanger's Journey"
- DVD: "The Complete Ripping Yarns"
- CD: "Abbatoir Blues / The Lyre of Orpheus", de Nick Cave & The Bad Seeds
- CD: "En La Fusa", de Vinicius de Moraes, María Creuza y Toquinho
- CD: "Desde mi barrio", de Andy & Lucas
[ACTUALIZACIÓN: Algunos regalos que he recibido posteriormente:
- Libro: "Compendio de ajedrez", de Miodrag Todorcevic
- Llavero con una bola 8 (complemento de las cariocas)]

Sí, habéis leído bien el último CD. Cierto negro y cierta gabacha que conozco deberían mirar debajo de la cama todas las noches antes de acostarse a partir de ahora, por si acaso. En cuanto al disco de Vinicius, como ya lo tenía, me lo cambiarán por otro. A elegir por Cris y Mono, que fueron quienes me hicieron el regalo. Yo soy así, no me gusta cambiar los regalos. Si es porque no me vale la talla, vale, lo cambio por el mismo modelo en la mía (eso tuve que hacer con los piratas que me regaló Nu). Y si es porque ya lo tengo, prefiero que elija el cambio quien me ha hecho el regalo.

Y si es porque el original es una mierda, lo guardo y rumio mi venganza. Vale, Keller me dio el recibo para que cambiara el excremento que me regaló, pero no va a ser tan fácil. Lo tendré a la vista para recordar que tengo una venganza pendiente. Como tengo el porta-CDs del Real Madrid que me regalaron unos tarados. El hecho de que aún no hayan sufrido mis iras no significa que lo haya olvidado, es que aún no se me ha ocurrido la respuesta adecuada.

Por cierto, el DVD de Ripping Yarns tal vez debería pasarlo a la entrada del año pasado. Es que es un regalo pendiente del año pasado. Cassandra a veces es un poco lenta para elegir regalos (y para revelar fotos). Como me debía ése, este año me ha regalado dos cosas. Mira tú qué bien.

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Now playing: Juanpa y la Raja - Pichancico
via FoxyTunes

Tormenta

En estos momentos tenemos sobre Madrid una tormenta que, en términos técnicos, podríamos calificar como "del carajo". Pocas cosas molan más que una buena tormenta cuando estás calentito en tu casa.

La pena es que llueve tanto que he tenido que cerrar las ventanas, porque se me metía mucha agua en casa. Así que no puedo oír bien los truenos. Pena.

Por gilipollas

Mira que dije que no vería ni un minuto de ningún partido de España en la Eurocopa de fútbol. Que estoy harto de que todos los años pase igual.

Llegó el primer partido, contra Rusia, y lo cumplí. Vale, mientras se jugaba el partido, yo estaba en un curso; pero acepté que me cambiaran de turno para ir al curso sabiendo que coincidía. España apaleó a su rival en el primer partido. Hummm... igual que en el último Mundial.

Llegó el segundo y seguí cumpliendo. Mientras España jugaba contra Suecia, yo estaba de paseo con el puto guiri y su nena, que está a punto de cumplir seis meses y aún no la conocía. España ganó después de pasarlas canutas. Igual que en el último Mundial.

En cualquier caso, clasificada primera de grupo a falta de un partido. Igual que en el último Mundial.

Hoy jugaban contra Grecia. Como el partido ya no valía para nada, salían todos los suplentes. Y yo, imbécil de mí, he roto mi promesa y he puesto la tele. En el descanso, después de hacer una mierda de partido, España pierde contra un equipo claramente inferior. Igual que en el último Mundial.

Esto me pasa por gilipollas.

Claro que en el primero cruce nos espera un equipo de verdad que se ha clasificado llorando. Y nos mandará a casa. Como en el último Mundial.

Pero esta vez yo no lo veré. Ni tampoco la segunda parte del partido de hoy. Me voy a jugar un rato al WoW, que es un tiempo mucho mejor aprovechado.

Lo correcto

Supongo que a muchos de vosotros os pasará como a mí: no me gusta leer entradas de blogs del tipo "una persona que no voy a nombrar me ha hecho una cosa que no voy a decir y...". No resulta fácil leer sobre algo si ni siquiera sabes qué es.

Me temo que esta entrada va a ser de ese tipo, así que podéis dejar de leer aquí para evitar esa molesta sensación.

La sensación molesta que yo estoy teniendo estos días, en cambio, es otra. Es la de no estar haciendo lo correcto con algunas personas. O más bien, la de no saber si lo que hago es lo correcto.

Por ejemplo: si una persona me da su opinión, que no comparto, sobre algo, ¿debo decirle que no estoy de acuerdo? Creo que la respuesta, en general, es sí. Pero si ese asunto no es importante para mí y sí para la otra persona, ¿sigue siendo sí? ¿No estaría contribuyendo a deteriorar nuestra relación por algo que no me importa demasiado?

Veo que una persona va a tomar una decisión que considero equivocada, ¿debo decírselo? Una vez mas, la respuesta general es sí. ¿Debo impedir que cometa esa equivocación? Vaya, la cosa cambia. Tengo que respetar su libertad; además, no debo ser tan fatuo como para no pensar que el equivocado puedo ser yo. ¿Y si pienso que hay alguna circunstancia que le impide considerar correctamente la situación? Uf, lo estamos poniendo más difícil. ¿De verdad es así o soy yo quien veo las cosas incorrectamente porque estoy mediatizado por mi propia opinión?

Esta última pregunta suele ser muy complicada para mí. Al final, casi siempre me decanto por dejar que la otra persona haga lo que quiera sin inmiscuirme más. Y a veces ocurre que viene una tercera persona con menos escrúpulos y consigue influir para que haga lo que le conviene a ella. Eso me revienta mucho.

Otro cambio de plantilla

Después de publicar la entrada anterior me he dado cuenta de que en el blog casi no se distinguían los enlaces. Así que he cambiado de plantilla. De paso, ahora tengo la barra de enlaces a la derecha, como debe ser. Creo que debería haber hecho este cambio antes.

La Mala es Irene

Parece que Cranky está activo con la reedición de su catálogo. Ahora le ha tocado el turno al grupo que sucedió a Rock Hunter, La Mala es Irene. Bastante diferente de lo que hacían antes. Ah, y con la colaboración especial del menda en una de las canciones.

Al menos no llueve

Varios años después de su publicación (ejem), Rock Hunter han convertido su disco "Al menos no llueve" en un blogdisco. En ese disco metieron algunas de mis canciones favoritas de entre las muchas que llegaron a grabar.

Una de las ventajas del blogdisco es que podéis poner a parir las canciones en los comentarios. O, en el improbable caso de que os gusten, incluso alabarlas. Pero no sé yo.

Cuarenta de mayo

Quienes leáis este blog desde hace algún tiempo sabréis que no soy muy aficionado a los refranes. Eso no significa que no me guste que se cumpla lo que dicen; mejor dicho, que en algunos casos se cumpliera lo que dicen.

Por ejemplo: hoy estamos ya a cuarenta y uno de mayo, y el termómetro marca trece grados. Coñe, que deberíamos habernos podido quitar el sayo ayer. Un poco de seriedad.

Joder con el calentamiento global.

A Japón

Pues sí, este verano me voy de vacaciones a Japón. Además de Raquel, también se vienen Nu, Cassandra y Jofán.

La cosa se empezó a fraguar durante nuestra cena de Nochevieja. Inicialmente, Cris y Mono también se apuntaban, pero al final va a ser que no. En realidad, era ella la que quería venir, pero el Mono cada día está mas agüelo y le daba pereza; al final ha ganado él. Supongo que su chica estará pensando cómo hacérselo pagar.

Desde entonces, hemos ido hablando, hablando, pero sin concretar nada ni poner el asunto en marcha. Sin embargo, la semana pasada quedamos y ya decidimos casi todo. Ahora sólo nos falta sacar los billetes de avión para saber que no tenemos vuelta atrás.

Por supuesto, a mi regreso tendréis plasto-serie, como siempre. Espero que sea jugosa.