02 julio 2004

Semanas de cinco viernes

Ayer jueves día 1 empezó mi querida jornada intensiva en el trabajo. Es decir, que ya no trabajo por las tardes hasta septiembre. Eso significa que todos los días parecen viernes, y cuesta hacerse a la idea de que no.

Para estrenarlo, lo primero fue irme a comer con otra docena de compañeros del trabajo a un italiano que no está muy lejos. Entre una cosa y otra, se nos hicieron las cinco y pico. Luego tenía pensado ir a ver la casa nueva de un amigo, pero no pudo ser porque a las siete y media teníamos una cosilla con Mensa. Cosilla que se prolongó y acabé volviendo a mi casa cerca de las dos de la mañana. A todo esto, yo intentando convencerme de que era jueves, que al día siguiente había que trabajar, pero sin éxito. Que cabezón puedo ser a veces.

Menos mal que hoy sí es viernes de verdad, porque no sé yo si podría aguantar mucho tiempo así. La semana que viene lo comprobaré.

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