Acabo de volver de un concierto de un grupo al que no conocía, llamado Hope of the States. Hemos ido, simplemente, porque Ruper tenía invitaciones. Y bueno, por ese precio, qué quieres que te diga.
Habíamos oído un par de canciones antes y no estaban mal, pero tampoco mataban. Si embargo, en directo nos han gustado bastante. La pena es que el bajo retumbaba una barbaridad y el cantante se oía poco, pero por lo demás el sonido era razonable. Y ellos han estado muy bien.
Ruper me ha contado algo de lo que no estaba seguro, pero ahora sí. Ya sabía que nunca había tocado en directo con su grupo, pero ignoraba que el sábado pasado fue la primera vez que tocaba delante de gente, en el gorpichuzo. Y me ha dicho que no tenía ni idea de que fuera tan agradable tocar en directo con alguien que cantara tan bien. Vale, a mí Rapunzell me tiene bien acostumbrado, pero es verdad que Eleder canta maravillosamente. A mí también me gustó mucho tocar "Lau Teilatu" con él.
A todo esto, ¿a qué viene el título de la entrada? Es por el estribillo de la última canción que han tocado hoy Hope of the States. Mientras lo oía pensaba que podía ser el himno de los athechuzos:
Come on people,
Keep your friends close
Enemies won't matter in the end
17 junio 2004
Himno
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