Este fin de semana me ha cundido bastante. Empezó con el cumpleaños de Rapunzell, donde vimos el vídeo de la RAM, luego "The Rocky Horror Picture Show", contamos muchas tonterías, hicimos muchas risas y el bueno de Athe me tuvo que llevar a mi casa porque cogí un pedo indigno. Al día siguiente, al despertarme, me acordaba de todo esto, pero había una laguna entre "hicimos muchas risas" y "Athe me tuvo que llevar a mi casa" que me preocupaba bastante. Afortunadamente, luego supe que tal laguna no existió. Es que, de repente, me dió el bajón. Ay, qué cosas pasan.
Al día siguiente pude, por fin, conocer en persona a Kira. Aún mejor en persona que por escrito, aunque me decepcionó que no trajera su lanzallamas. Además, por escrito no se le nota el acento cordobés, que es parte de su... uf, iba a poner "encanto", pero si se entera, me mata.
Después cogí el tren hasta Zaragoza, donde tenía cena con mis amigotes. Hacía ya tiempo que no volvía a Zaragoza, cosa de mes y medio. Y también hacía tres semanas que no veía a Raquel, entre unas cosas y otras. Y, bueno, por mucho que mi vida ahora esté en Madrid, cada vez que llego a Zaragoza sigo sintiendo que es mi ciudad. Y, por mucho que quiera a mis amigos de Madrid, reencontrarme con los que tengo desde hace 20 ó 30 años es una sensación preciosa. Te hace sentir, a la vez, joven y viejo. Porque ves que todos son los de siempre, pero a la vez van cambiando, van evolucionando, son cada vez más distintos de ti y entre sí, pero sigues manteniendo todas esas cosas comunes que hacen que sigamos siendo amigos después de tanto tiempo.
Hala, me voy a dormir, que es tarde y me estoy poniendo melancólico.
01 marzo 2004
Fin de semana completito
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