29 mayo 2007

Chico para todo

Hace un momentito me he dado cuenta de una cosa que, supongo, debería haber sido bastante evidente para mí. Pero soy así de despistado. En los últimos tiempos, y seguirá siendo así durante las próximas semanas, me estoy dedicando a sustituir a otros. En el trabajo y fuera de él.

La escena se ha repetido varias veces. Alguien me llama y me dice: oye, fulanito no puede hacer esto por tal razón, ¿podrías encargarte tú? Y, siendo como soy, digo que sí, sin problema. El problema es que todo esto me viene además de mi trabajo normal. Aunque, como los de mi equipo valen un imperio, se encargan de todo para que nada se resienta.

Me pregunto qué es lo que lleva a los demás a pensar en mí para estas cosas. ¿Creen que sirvo para todo? ¿Creen que los demás no se dejarán endosar estos marrones? Probablemente lo segundo. Pero da la casualidad de que en estos momentos me apetece hacer cosas variadas, conque incluso lo agradezco. Y oye, hacía ya unos meses que no viajaba, está bien volver a coger la maleta.

No sé si este deseo de variedad está relacionado con que estoy pasando una época superficial. O así lo siento. En otros blogs que frecuento se desarrollan conversaciones interesantes en las que, normalmente, me gustaría intervenir. Sin embargo, no se me ocurre nada medianamente aprovechable. Y fuera de la blogosfera es parecido. Creo que ahora mismo soy una compañía más o menos agradable para pasar un rato entretenido; pero, si buscas algo más, has venido al lugar equivocado.

Tal vez sea que no tengo preocupaciones. Bueno, alguna de las confucianas, que digo yo; si algo no tiene remedio, ¿para qué preocuparse? Así que, queridos lectores: si os apetece leer algo profundo, que os haga pensar... bueno, aquí a la derecha tengo unos cuantos enlaces que tal vez os lo proporcionen. Porque por aquí, de momento, nada.

25 mayo 2007

El Prepucio de Rembrandt

Sé que me voy a arrepentir de colgar esto en mi blog, pero allá va. Aquí me tenéis el otro día en el anti-karaoke, perpetrando el "Ça plane pour moi" de Plastic Bertrand.

23 mayo 2007

La RANA

Este fin de semana estuve en la RANA, que es la Reunión Anual de Navarra y Aragón. En el acrónimo no dice que es una reunión de Mensa, pero lo es.

Este año fue parecida a la del anterior, porque se celebró en el mismo sitio (Gallocanta) y en fechas similares. Tal vez haya sido por eso que la asistencia ha sido más escasa; poco más de la mitad que en la ocasión anterior. Pero yo creo que lo hemos pasado al menos igual de bien.

Por cierto: de los veintitantos asistentes, sólo una navarra (Nu). Es que los navarros que suelen apuntarse a estas cosas estaban de parto. Porque, pese al nombre, siempre van muchos más aragoneses. El grupo de Mensa de Zaragoza es de los más activos de España, mientras que en Navarra no hay manera de poner la cosa en marcha.

Además de una navarra y unos cuantos aragoneses, había bastante gente venida de Madrid y Barcelona, pero también de lugares más lejanos como Asturias e incluso Grecia (aunque la griega vive en Madrid). Pero nuestro asturiano se ha hecho todo el camino desde allí.

Pese al mal tiempo, en forma de lluvia torrencial, hemos podido hacer alguna visita cultural a la propia laguna de Gallocanta y también al castillo de Peracense. Aquí no había estado nunca, pese a que mis amigos del pueblo fueron hace poco, y vale la pena. Estuvimos más de una hora en él y, si no hubiera sido porque amenazaba con volver a llover en cualquier momento, nos habríamos quedado más rato.

Aparte de eso, las habituales sesiones de juegos y también la ya tradicional fiesta nocturna del sábado. En este caso, amenizada por la queimada que preparó Fantine con motivo de su cumpleaños, amenizada por un conjuro inventado, ya que se le había olvidado el de verdad. Algunas frases sí eran del auténtico, pero otras como "a miña casa non quero que veñas, sempre me fodes, nunca me preñas" no parecían pertenecer a él.

En la fiesta tuve un pequeño percance. Le di una patada accidental a algo y me machaqué un dedo del pie. Todavía ando un poco cojo, aunque no parece que me lo haya roto. Por si tuviera pocos achaques últimamente, encima accidentes.

No llegué a quedarme a ver amanecer sobre la laguna, como algunos intrépidos, pero sí vi más estrellas que en los cinco últimos años juntos y también cómo unos maños hacían una hoguera a golpe de cabezonería, pese a que la leña estaba empapada (chipiada, que diríamos nosotros), para recenar. Las celebraciones de Mensa, en general, son bastante especiales; pero creo que no hay ninguna como la RANA.

17 mayo 2007

Vida social

Ha vuelto la primavera y con ella el buen tiempo. Y todo esto lleva consigo el incremento en la vida social. Traducido: que llevo una temporada que no paro.

El lunes estuve de cena con algunos compañeros (y ex-compañeros) del trabajo. Hacía tiempo que no iba a una de estas. El problema es que se perdió en mi empresa la costumbre de organizar este tipo de salidas. Desde hace un tiempo se ha recuperado, pero claro, ahora son los que han entrado recientemente, y son bastante más jóvenes que yo. Cosa que a mí no me molesta especialmente: el lunes lo pasé en grande y volví a casa a las seis de la mañana (el martes era fiesta en Madrid). Pero creo que la mayor, después de mí, era Persélope, que tiene unos añitos menos que yo. Parece que la gente de mi edad prefiere quedarse en casita.

El martes también estuve con Perse, pero esta vez con un plan mucho más tranquilo. Tarde de relax en casa de Cassandra y Jofán, con la excusa de ir a buscar un saco de dormir. Si lees esto, beor, estrenamos el jueguecito que me regalaste y es bastante entretenido; me lo llevaré a la RANA este fin de semana. Porque el ajetreo no ha terminado, no, y que dure.

Además de jugar al Coloretto, estuvimos con el Guitar Hero. La primera vez que jugaba, y lo cierto es que es bastante enganchante. No es como tocar la guitarra, pero el juego está muy bien hecho y la selección musical tambiéne es muy buena, así que no me extraña que haya tanta gente viciada. Yo lo estaría si lo tuviera, supongo. Rollo tranqui, como digo, pero volví a llegar a casa a las mil.

Ayer miércoles siguió la juerga, esta vez en el antikaraoke. Había oído muchas veces a Hongos Young y al Vecino hablar de él, pero siempre me pillaban fuera de Madrid. Esta vez no. Conque para allá que me fui. Estuve sólo con el Vecino, también conocido como el Ginecólogo de Nicole Kidman, y lo pasé como un enano. Por cierto, se cantaron varias de las canciones que estuve "tocando" el día anterior con el Guitar Hero. Sí, yo también salí y creo que hay un vídeo del evento. Puede que lo cuelgue aquí cuando lo tenga, pero no aseguro nada.

Lo malo de todo esto es que ya no tengo edad para tanto trote. Así que hoy me he cogido fiesta. Que mañana me voy a la RANA; me espera un fin de semana cañero y tengo que estar preparado.

04 mayo 2007

Hola y adiós

En los últimos tiempos voy poco al cine. No es que no tenga tiempo para ir: es que utilizo el tiempo que tengo en otras cosas.

Me fastidia bastante oir esa expresión. "Me gustaría hacer tal cosa, pero no tengo tiempo". Todos tenemos tiempo para cualquier cosa, lo que no tenemos es tiempo para todo. Si últimamente no voy al cine es porque prefiero hacer otras cosas.

Pero eso no significa que no me guste. Y este fin de semana pasado he ido dos veces. La primera, a ver "La vida de los otros". Una de esas películas que a todo el mundo ha gustado, y que todos recomiendan. Pues añadid otro a la lista de recomendadores. Pedazo de película. Me gustó especialmente el actor que hace de agente de la Stasi (Ulrich Mühe), cómo es capaz de interpretar el lento cambio de su personaje y que llegue al espectador sin que se dé cuenta.

Y aquí engancho con el título de esta entrada. ¿Sabíais que "La vida de los otros" es la primera película de su director, Florian Henckel von Donnersmarck? Nadie lo diría al verla, ¿verdad? Se ha puesto el listón alto para su segunda película, esperemos que sepa mantener el nivel.

Y la segunda peli que he visto es la del adiós. Fui a ver "El último show", que fue la última película rodada por Robert Altman. En España no ha tenido mucho impacto. Tal vez la distribuidora temía que aqui no se apreciara una película centrada en una estrella de la radio americana, Garrison Keillor, que aquí escribe el guión, casi todas las canciones y se interpreta a sí mismo. Sin embargo, la película funciona perfectamente aunque creamos que su personaje es de ficción. Es una de estas películas que se ven con la sonrisa en la boca desde la primera escena hasta la última. Y ciertamente adecuada como película final de un director.

Una curiosidad para mí mismo. Al acabar la película, comentaba que lo que menos me había gustado había sido el personaje de la Mujer Peligrosa. Pues parece que Altman estaba de acuerdo conmigo: hace un rato he leído que a él tampoco le gustaba y quería reducir su participación, pero le convencieron de lo contrario. En mi opinión, una pena.