13 agosto 2004

Vacaciones

Desde hace un rato estoy de vacaciones. Bien, viva y yupi. Para celebrarlo, esta mañana casi me desmayo en la cafetería donde suelo desayunar. Supongo que ha sido una vulgar lipotimia.

Estaré unos días por Madrid y luego me voy a la playa con Raquel. También estaremos una semana por Centroeuropa, conque preparaos para una nueva plasto-serie. Especialmente dedicada para mi Rapunzell, que sé que le gustan y, además, la he tratado bastante peor de lo que se merece últimamente.

09 agosto 2004

Vaya fin de semana

He pasado este fin de semana en Pamplona. Tenía a Raquel bastante mosqueada porque hacía seis meses que no iba por allí, así que no he tenido excusa para negarme.

Llegué el viernes en tren, fui a su casa a saludar a sus padres y acabamos los dos en el cine, viendo "Las mujeres perfectas". No está mal, pero podría haber estado bastante mejor.

A la salida, aprovechamos una oferta que venía con las entradas del cine. En un restaurante italiano que hay al lado, regalaban una botella de Lambrusco si iban a cenar dos personas. Para quienes no lo conozcáis, el Lambrusco es un vino de aguja italiano. Tal vez la variante más conocida en España sea el rosado, pero Raquel está viciada con el blanco, así que eso fue lo que pedimos. Por otro lado, la comida era bastante buena y no muy cara. El caso es que cenamos bastante bien y, ciertamente, el Lambrusco blanco vale la pena. Suponiendo que os guste el vino de aguja, claro.

Después de esto nos fuimos a dormir, porque al día siguiente Raquel tenía unos cuantos planes. Planes que se fueron directamente al carajo. Cuando nos levantamos, la llamó una de sus amigas para decirle que se acababa de morir el padre de R. R (perdón por usar iniciales, pero no me apetece poner nombres) es una de las mejores amigas de Raquel. Estudiaron juntas en Zaragoza y a veces parecen un matrimonio; tan pronto están enfadadas una con otra y no se hablan, como se quieren muchísimo. Así que después de comer, tras un rato para intentar bajar la comida (la madre de Raquel aprovecha cuando voy yo para lucirse y suelo ponerme morado), fuimos al velatorio. Y pasamos la tarde con la pobre R, que estaba bastante hecha polvo, como podéis suponer.

Raquel conoce a toda su familia, término en el que no sólo incluyo a la madre y hermanas de R, sino también a sus primas, tías y demás. Conque toda la tarde saludando a gente que no conocía, en un ambiente de lo menos festivo. Menos mal que también estaban las otras amigas de la cuadrilla y podía escabullirme un poco.

Allá a las diez, se fue todo el mundo. R se fue a su casa, a intentar dormir, y Raquel y yo nos fuimos a cenar con M y V. Aunque todas las amigas de Raquel son bastante majas y me llevo bien con ellas, creo que M y V son mis favoritas. Conque allí estuve, de bendito con las tres. Cuando soy el único chico, Raquel dice que estoy de bendito, por aquello de "bendito tú eres entre todas las mujeres". Los respectivos de M y V, que también son mis favoritos de la cuadrilla, estaban fuera por distintos motivos.

En la cena me lo pasé bastante bien, porque la camarera no hacía más que equivocarse con nuestras cosas y V no hacía más que protestar y criticar todo. Pero, claro, no podíamos irnos por ahí mucho rato porque al día siguiente teníamos entierro. Y teníamos que aparecer con buena cara.

En efecto, esta mañana hemos vuelto al tanatorio para ir al entierro. Aparte de los cuatro del día anterior, también han venido J, el chico de V, e I, otra de las amigas. I había dicho el día anterior que aparecería, pero no lo hizo. Según nos ha contado, estaba en las fiestas de Vitoria, en un concierto, y se le hizo muy tarde. Raquel se ha rebotado con ella por no avisar y ni siquiera quería subir en su coche. Yo casi no la veo, así que tampoco iba a enfadarme con ella. Pero he aprovechado para echarle un pequeño chorreo por no haber llamado.

Y por la tarde, vuelta a Madrid. Ya véis, qué fin de semana más divertido. Velatorio y entierro. Luego se queja Raquel de que no voy a Pamplona, pero es que me prepara cada programa...

04 agosto 2004

La boda del Capi

Lo que sigue es un sucinto (es decir, extenso de cojones) relato de los hechos acaecidos durante este fin de semana, con ocasión de la boda del Capitán Napalm. Es similar al que ya ha circulado por una lista de correo, pero adaptado para los amables lectores que no la frecuentan.

El viernes a mediodía salió de Madrid un aguerrido grupo compuesto por Jofán, Cassandra, Dwymorwen, Rapunzell, Imperator, DaniR y un servidor.

Jofán, Cassandra, DaniR y vuestro cronista íbamos en un coche, los otros tres en otro, y habíamos quedado en juntarnos todos en una gasolinera a 200 km de Madrid. Jofán, DaniR, Rapun e Impe habían quedado para comer juntos, para luego salir a recogernos a los demás a la salida de nuestros respectivos trabajos, adonde habíamos acudido ya con todos los trastos para no tener que pasar por casa. En estos casos, siempre hay alguno que se ha dejado algo y obliga a los demás a ir a buscarlo, con lo que se retrasa la salida y empiezan los malos rollos. En nuestro coche, no hubo tal problema; hubo que ir a casa de los cuatro, con lo que todo quedó igualado.

La salida de Madrid, de todos modos, fue mejor de lo que esperábamos, sin demasiado atasco. Por el camino, los que no habíamos comido con el grupo teníamos nuestras bolsas de avituallamiento con el arroz con verduras que había preparado Jofán, más un yogur y un melocotón, para que nos lo zampáramos en el coche. Muy bien, oye. De todos modos, al parar en el primer punto de encuentro, algunos tenían hambre y decidieron consultar la lista de bocadillos. Al ver que estaba encabezada por "Pepito de lomo, 6 euros", decidieron que con un café con leche ya iban servidos.

Como ilustración del camino, os reproduzco una conversación tipo entre DaniR y Cassandra (que se habían conocido un rato antes):

D: Así que tu padre era torero.
C: Sí, y mi abuelo también. Viene de familia.
D: Saldrán en el Cossío y todo.
C: Mi abuelo no, pero mi padre sí.
D: Al llegar al hostal, te voy a poner a cuatro patas y del primer vergazo te voy a enderezar la columna vertebral.
C: Pues me vendría bien, porque tengo una desviación de columa.
D: No te preocupes, que de la primera embestida te curo la escoliosis.

En cierta ocasión, Rapunzell dijo lo siguiente sobre DaniR: "Si otro cualquiera me dijera las mismas cosas que DaniR, le daría dos hostias. En cambio, a él me dan ganas de comérmelo a besos." Creo que Dwymorwen y Cassandra ahora ya saben por qué.

Otro de mis momentos favoritos del viaje fue cuando, en una de las paradas, Cass le dijo a Rapun: "Es que eres sosita."

Como hicimos dos paradas largas, llegamos a nuestro lugar de destino casi a medianoche. Nuestro hostal estaba en Viladesuso, una aldea de Oia, un poco pasado Baiona. Es decir: junto al mar, a unos veinte kilómetros de la frontera. Rafa (el bajista de los Pelafustanes) y su chica habían llegado sobre las diez, procedentes de Cantabria. Supongo que, como ellos llegaron de día, no repararon en el hecho de que los carteles de la carretera que baja de Baiona a Oia son invisibles de noche, así como que el luminoso del hostal estaba fundido. Resultado: nos pasamos de largo, pero al final conseguimos encontrarlo. Fuimos a cenar a un bar cercano donde resultaron dar unos bocatas y unas raciones cojonudas, a buen precio, con un personal majísimo y una música de puta madre. Todos estuvimos de acuerdo en que, si fuéramos a pasar una semana por el lugar, ése iba a ser nuestro bar. Los otros dos ya habían cenado, conque sólo se tomaron una caña cada uno; aún así, la cuenta ascendió a la friolera de 28 euros. Y eso que también tomamos cafés, y obligamos a los del bar a cerrar más tarde porque llegamos cuando ya deberían haber chapado.

Ya nos fuimos a dormir. Las parejitas estaban en habitaciones dobles, mientras que DaniR, Dwymorwen y yo compartíamos una triple. Siento no poder deciros si DaniR cumplió sus repetidos anuncios de atravesar a Dwymorwen con su katana del amor porque me quedé dormido. Tendréis que preguntarles a ellos.

Al día siguiente, por la mañana, habíamos quedado con los del restaurante de la boda para ir a montar instrumentos y probar sonido. Aunque el pobre Capi no lo sabía, nos habíamos confabulado con la señora de Napalm para montar una pequeña actuación de los Fustanes Mark II (DaniR y yo con las guitarras, Rafa al bajo y Rapunzell cantando). En un momento dado de la preparación del repertorio, la pobre Dwymorwen se encontró con que había aceptado cantar "More than Words" a dúo con Rapun, y así quedó. El caso es que bajamos a desayunar, fuimos hacia el restaurante (a unos 40 km del hostal), llegamos con sólo media hora de retraso, montamos todo y listo. El chico que llevaba el sonido también era bastante majo, lo que fue una constante durante todo el viaje. Los gallegos se portaron de puta madre con nosotros. Luego habíamos pensado en comer en Baiona, que pillaba de camino, pero al final decidimos volver al sitio de la noche anterior, que ya conocíamos, estaba bien y nos haría ganar tiempo. Comida para nueve, con cafés y todo, 68,20 euros (tengo el recibo delante). Y con Pink Floyd de fondo.

La comida se alargó un poco, así que íbamos justos de tiempo para llegar a la iglesia, ya que la boda era a las seis. Conque para el hostal que volvimos corriendo a ponernos en orden de revista. Es una pena no tener una foto de la cara que puso DaniR cuando vio aparecer a Dwymorwen vestida para la boda y le pidió que la ayudara a subirse la cremallera del vestido. Claro que la mía debió de ser parecida. Cuando bajamos, vimos que las otras no desmerecían; para envidia del resto de invitados, llevábamos a las chicas más guapas de la boda. Y a un cura de reserva, porque DaniR llevaba un traje sin solapas que, cuando se cerraba hasta arriba, le hacía parecerse al pájaro espino. Sobre todo con el alzacuellos de papel que se había agenciado y que usó en repetidas ocasiones para hacer el mongolo.

La Sra. Napalm nos había dicho que valía la pena que entráramos en la iglesia durante la boda porque la coral que iba a cantar era muy buena, que los habían oído antes y les habían gustado mucho al Capi y a ella. Claro que la chica es católica, apostólica, romana y de las JONS, conque era posible que pretendiera convertirnos; de todos modos, lo de la coral era cierto. Pese a ello, los únicos que aguantamos a pie firme toda la boda fuimos Jofán, Cassandra y yo. DaniR también estuvo en la iglesia, pero no paró quieto un minuto. El resto se perdió la consagración a la vírgen que leyeron las amigas de la novia al final, ante nuestro asombro.

Al llegar al restaurante, observamos que las amenazas del Capi de que iba a ser una boda de tiros largos se cumplían. Sin mucha sorpresa de nuestra parte, todo hay que decirlo. Estuvieron unas diez horas (tal vez exagero un pelo) sacando canapés variados, mientras un grupo regional tocaba y bailaba muñeiras. Al final teníamos que dejar pasar las bandejas porque nos estábamos poniendo morados, por mucho que nuestra religión nos prohibiera rechazar la comida gratuita que nos ofrecían.

Luego, ya dentro de la carpa, vimos que la señora Napalm había maniobrado para ponernos a los nueve juntos en una mesa al lado del escenario. Claro que eso significaba que también estábamos al lado de los niños, pero se portaron todos muy bien y fueron muy majicos. En este contexto, "portarse bien" significa que jugaron mucho entre ellos, no dieron muestras de estar malcriados y fueron muy agradables con nosotros.

Con Dwymorwen como jefa de protocolo, que para eso tiene experiencia en estas lides, nos zampamos la cena (con algunas escenas de pánico al intentar descerrajar los bogavantes) y avisamos a los camareros para que nos sirvieran el café antes que a los demás invitados, porque teníamos que sacar los trastos para ponernos a tocar. Ya os he dicho que todos los gallegos nos trataron muy bien, así que no nos pusieron la menor pega y nos sacaron los cafés mientras el resto aún andaba con la tarta.

Porque, claro, habíamos tenido que esconder los instrumentos para que no los viera el incauto novio. Así que, mientras los sacábamos y enchufábamos todo, la pérfida novia se preocupaba de que su chico estuviera mirando hacia el otro lado. Con todo éxito, por cierto.

La actuación fue cortita, tampoco había que aburrir a la peña. Empezamos con una pastelada idea de DaniR, "Love Is All Around" (la que tocaban Wet, Wet, Wet en la banda sonora de "Cuatro bodas y un funeral"), con Dwymorwen e Imperator haciendo coros. Luego, mientras Rapunzell, Dwymorwen y yo tocábamos "More than Words", que es una de las canciones favoritas de la Sra. Napalm, DaniR y Rafa engancharon al Capitán, se lo llevaron detrás del escenario y le hicieron salir con su guitarra, que habíamos robado en su casa el día anterior. Circunstancia en la que Rapunzell demostró sus escasas dotes de ladrona haciendo saltar la alarma, hecho que compensó con su elocuencia para convencer a los seguratas para que no llamaran al Capi. Ya con él, tocamos "It's a Heartache" e "Insurrección", fin.

Uno de los niños demostró su excelente criterio musical viniendo después de cada canción a decirme que le gustaba mucho cómo tocaba la guitarra. Así me gusta, bonito.

Por desgracia, parece que ese buen gusto se pierde con los años, porque al acabar me vino una pareja de amigos de la novia a decirme que lo que más les había gustado era nuestra cantante. Será posible.

Después vino el baile, con una selección musical no tan mala como nos habían amenazado (creo que sólo hubo una canción de Rafaella Carrá), y allá a las tres nos marchamos. Volví con Jofán y Cassandra, todo el viaje (que fue largo, porque cogimos la autopista al revés) cantando la canción del Mamut, la de los Hermanos Jones, las de Bob & Hus y demás muestras del barroco español.

El domingo, con dos cojones, DaniR, Dwymorwen y yo volvimos a levantarnos a las diez menos cuarto para bajar a desayunar. Rafa y su chica también bajaron y ya se fueron hacia su casa. Los demás se quedaron durmiendo más tiempo, no sé qué habrían hecho para estar más cansados que nosotros. Esta vez sí, por fin, fuimos a Baiona. Al menos Jofán, Cassandra, DaniR y yo, porque los otros decidieron quedarse en Viladesuso y comer en nuestro bar. Cassandra había pasado un verano hacía diez años en Baiona y tenía muchas ganas de volver a verla. Así que estuvimos recorriendo el paseo marítimo y viendo el pueblo, que es bastante bonito. Luego, comimos en un italiano. Sí, había setecientos sitios en los que tenían marisco a buen precio, pero nosotros nos metimos en un italiano. Donde también fueron majos, pero bastante lentos, así que acabamos de comer a las mil. Bueno, aprovechamos el rato para charlar de treinta cosas. Y ya, vuelta a Madrid (con un par de paradas intermedias para juntarnos con el otro coche, como en la ida) y llegada sin más incidencias ni atascos.

A todo esto hay que añadir que el Capi se portó muy bien, como esperábamos. Nos llamó "hijosdeputa" varias veces, e incluso creo recordar un "hijosdelagrandísimaputa" al recibir nuestro regalo de cumpleaños (que había sido el día anterior a la boda). Muchas gracias, chaval, lo hicimos con la peor de nuestras intenciones.

02 agosto 2004

Tests chorras

He visto esta página en el blog de chorradas de beor. Después de jugar un rato a "Whoose Boobs", he hecho unos cuantos tests y aquí tenéis los resultados:







Y mira que he evitado poner lo de los rayos oculares, pero siempre tiene que salirme el Cíclope. Creo que tengo que ser un poco menos buenito.