06 julio 2008

Domingo deportivo

Hoy he tenido un domingo deportivo. No, yo no he hecho ningún esfuerzo mayor que el de escribir esta entrada; ha sido domingo de sillón-bol.

La cosa ha empezado con automovilismo. En general, me gustan todos los deportes como espectador, pero lo que menos son los de deporte. Siempre me parece que, al final, todo se reduce a quién lleva mejor máquina. Y más en la Fórmula 1. Pero vaya, llevo un fin de semana de relax (traducido: vagancia absoluta sin salir de casa), conque el plan me convencía. Y he tenido suerte. Ha sido una carrera enloquecida, lo mismo llovía que no, multitud de accidentes (pero todos sin consecuencias), alternativas en carrera, adelantamientos a tutiplén (ha habido más adelantamientos dobles en esta carrera que simples en otras), estrategias de equipo que se iban al garete... Vamos, que si todas las carreras fueran así, me apuntaba a verlas.

Y luego he enganchado con la final de Wimbledon. Tercer año consecutivo en que Rafa Nadal iba a intentar romper la tremenda racha de Roger Federer, ganador en cinco ocasiones consecutivas. El año pasado Federer las pasó canutas para ganar, en cinco sets y con dos muertes súbitas a su favor. Así que la cosa prometía.

Al igual que la Fórmula 1, este partido era en Inglaterra, conque también ha habido lluvia. Claro que en este caso la lluvia siempre es negativa, porque no se puede jugar; hay que cubrir la pista para que no se encharque. Sin embargo, pese al retraso en el inicio y las dos interrupciones por la lluvia, el partido ha sido formidable. Yo no recuerdo haber visto otro tan bueno, y tenis sí que veo. Dos tíos que juegan acojonantemente bien, alternativas, puntos increíbles, pelea constante, golpes inverosímiles, casi cinco horas de partido (sin contar las interrupciones), amenaza final de suspensión por falta de luz y otro resultado apretadísimo.

Al final, el típico tópico de "los dos merecían ganar", "es una lástima que no puedan entregar dos copas". Y eso que aquí sólo juegan dos; en otras cosas, oyes a alguno intentando quedar bien en la tele diciendo que había siete u ocho que merecían ganar, o que "todos merecían ganar". Pues no. Para eso, el primer día les das una chapita a cada uno, y a casita. Claro que eso no satisfaría a nadie, salvo a algún mediocre. Hace poco Rapunzell publicaba una entrada (para quien siguiera su blog y no lo sepa, ha vuelto) sobre quienes intentan las cosas y quienes sólo dicen que lo han intentado. Sinceramente, creo que la derrota de hoy de Federer tiene casi más valor que la victoria de Nadal en Roland Garros, simplemente porque hoy Roger puede decir que lo ha intentado con todas sus fuerzas hasta el final. No es que Rafa no lo intentara entonces, es que no lo necesitó porque no tuvo rival. Y también, claro, la victoria de éste ha tenido más valor ante un tipo que había ganado sus últimos 65 partidos en hierba y que se lo ha puesto todo lo difícil que ha podido, y ha sido mucho. Todas estas cosas sólo funcionan cuando no se trivializa el valor de la victoria; incluso la derrota tiene así más valor. Supongo que dentro de unos cuantos años los aficionados al tenis de todo el mundo seguirán hablando de la final de Wimbledon de 2008 entre Nadal y Federer, te acuerdas, tío, hostias qué partido.

Y, de verdad, aunque iba con Nadal, si hubiera ganado Federer no me habría importado mucho. Además de porque Federer es un deportista como la copa de un pino y cae bien a todo el mundo, porque es cierto que los dos lo han merecido. Pero han merecido ser el campeón único; no que pararan el partido, les dieran media copita a cada uno, y a casa, chaval. Federer ha merecido perder con dignidad, no que le dieran un premio de consolación. Y, al año que viene, volver a intentarlo.

4 comentarios:

Fantine dijo...

Me ha dado mucha pena Federer. Ha jugado un partidazo, ha remontado dos sets y dos match ball, se ha tirado horas sobre la pista y el cabrón seguía clavando aces .... y al final ha sido Rafa el que se ha llevado el gato al agua. El suizo es un señor, y pese a estar muy jodido (y es que con anterioridad había declarado que el torneo que menos gracia le haría perder es Wimbledon) yo creo que en el fondo estaba satisfecho de haberlo hecho de esa manera. Y Rafa otro señor, derrochando halagos hacia su rival cuando los periodistas le preguntaban si era mejor que el número uno y cosas similares.

Y yo menos mal que, sin hacerle caso a jambri, me puse a fregar la cocina durante el tercer set. Si llego a "esperar que termine el partido", como él me decía, aún me veo limpiando ahora :P

Anónimo dijo...

No he visto el partido entero, pero lo visto fue alucinante. Nunca me había emocionado tanto viendo un partido de tenis. Mientras lo estaba viendo me acordaba de una entrevista a Federer en la que decía que el estilo de Nadal era insuperable. Le gustaba mucho su forma de jugar y creía que tardaría poco en vencerle en hierba. Y ahí lo tenemos. Creo que Federer siempre ha sido muy consciente de que Nadal sólo necesitaba tiempo para superarle en su propio terreno.

Capitan Napalm dijo...

Que le den por el culo al fútbol. De movidas como ésta, se escriben luego los documentales. Acojonante, hats off, increíble, épico, Wagneriano, en mi puta vida he visto algo así.

Lo que pasa es que tengo la sensación de que el tenis de Nadal es tan físico que le quedan dos/tres temporadas en la élite antes de que empiecen las lesiones. P

ero vamos, que me he enganchado no al tenis, sino a Nadal. Vaya manera de triturar mentalmente al pobre Federer, que por otro lado es Fed Perry redivivo.

Michael Bayley dijo...

Yo lo vi desde Croacia, en Dubrovnik. Con la familia presionandome para que nos fueramos a cenar. Cómo me alegro de no haberlo hecho :)