Eurovisión

We're not gonna take you!
We forsake you!
Gonna rape you!
Let's forget you... better still.

Ayer Lordi no cumplieron la petición formulada por el Capi de matar y violar a las Ketchup. Al parecer, tanto nuestros héroes finlandeses como el público europeo prefirió seguir lo que decía la letra de "We're Not Gonna Take It", la canción que cierra el Tommy de los Who y que he copiado al principio de esta entrada. Casi mejor, nos olvidamos de que existís. Las narcolépticas hermanas cordobesas volverán al cajón del que nunca debieron salir.

En cuanto a Lordi, qué gran rato nos hicieron pasar. Qué maravilla ver cómo unos uruk-hai metaleros se internaban en el bastión del pop más baboso y arrasaban.

Sí, queridos lectores. Confieso que vi el festival de Eurovisión (creo que por primera vez en los últimos 20 años) y me gasté la pasta en mandar un SMS para votar por Lordi. Si no llega a ser por todos los inmigrantes rumanos que votaron por el representante de su país, el nuestro habría dado sus 12 puntitos a quienes los merecían, demostrando que el público no apoya esa basura pseudomusical que defienden los ejecutivos de las discográficas.

Eso del patriotismo que lleva a apoyar a cualquier compatriota en cualquier competición internacional por el mero hecho de serlo también daría para una entradita jugosa, pero ahora no estoy de humor.

Iba a redondear este texto poniendo un enlace a las fotos que hizo Hongos Young cuando Lordi vinieron a Madrid hace unos meses, pero no las he encontrado. Si quieres ponerlo tú mismo, Hongos, sírvete.