Este año el fin de semana de los Pelafustanes ha venido con adelanto. La cosa consiste en pasar un fin de semana (a poder ser, un puente) todos juntos ensayando y conviviendo, en general. Esto sirve, naturalmente, para montar las canciones, pero también para hacer grupo.
La cosa funciona especialmente bien cuando podemos disponer de una casa para nosotros solos donde quedarnos a dormir y todo. Así, nos levantamos, desayunamos juntos, ensayamos, volvemos a comer juntos, ensayamos más, cenamos juntos de nuevo, hacemos un poco el mandria y a dormir (juntos también pero, salvo excepciones, no tan revueltos como algunos querríamos).
Normalmente aprovechamos el puente de Todos los Santos, pero esta vez ha sido antes. Lo bueno es que adelantamos en los ensayos; lo malo, que aún no estamos preparados porque no nos sabemos bien nuestra parte en cada canción.
Además, ha habido varias circunstancias adversas. Por diversos motivos, no hemos estado todos ni tampoco todo el tiempo. Pero creo que la cosa sí ha servido para ver que la nueva versión de los Pelafustanes puede funcionar tan bien o mejor que las anteriores. Porque este año tenemos muchos cambios frente al anterior: nada menos que siete bajas en el grupo. Problema que hemos enfrentado al estilo rockero: con dos cojones y p'alante. Tanto por parte de los viejos como de los nuevos miembros del grupo.
En fin, que ha sido una pena no haber podido pasar todo el fin de semana con el grupo. Pero, como dice el Capi, este año hemos recuperado la química del grupo, lo que es importantísimo. No sé si quienes que nunca hayáis estado en un grupo (de música, de teatro, de lo que sea) entenderéis hasta qué punto lo es.
25 septiembre 2005
Vuelven los Pelafustanes
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