23 noviembre 2003

Gano el guarro con "¡Qué guarro!"

Este fin de semana no para de llover en Madrid. Sin embargo, me da igual porque mi plan consistía en darme un atracón de DVDs y, de momento, se está cumpliendo.

El viernes hice una razzia por la Fnac y me llevé la versión extendida de "Las dos torres", "Los siete samurais" y "Las aventuras de Ford Fairlane". Los que conozcáis esta última peli ya os lo habréis imaginado al leer el título de esta entrada.

Debería haber venido Nu a ver "Las dos torres" conmigo, pero esa es de secano y, si llueve, no sale de su casa, así que se la ha perdido. De momento, claro. Yo, en cambio, la vi ayer por primera vez; calculo que no bajará de una docena el número de veces que voy a verla antes de que estrenen "El retorno del rey". Yo soy así. Y ya me he tragado la mitad de los extras, de paso.

Con estos extras me he quitado un pequeño peso de encima. Leyendo el libro, siempre había pensado que las dos torres a que hacía referencia el título eran Minas Tirith y Minas Morgul. Sin embargo, en la película queda claro que son Orthanc y Barad-Dûr. Pues sí que leo bien los libros. Bueno, en un extra explican que, realmente, no se sabe a qué dos torres se refiere el título y hay varias interpretaciones, entre otras la mía. Pero, para lo que sale en la película, la que mejor les venía era ésta y prefieren dejarlo claro para que los espectadores no se queden con dudas sobre el título. Me ha recordado "El nombre de la rosa"; quien sólo haya visto la peli, sin leer el libro, no puede tener ni idea de la razón del título. Y eso está feo.

Esta tarde han venido Tomber y Jose, dos colegas de mi grupo de inadaptados, a ver "Las aventuras de Ford Fairlane". El detective rocanrrolero, señores. Una de las pelis más macarras de la historia, protagonizada por una especie de chulo de discotecas metido a detective. Hemos echado unas risas bastante poderosas.

"Los siete samurais", en versión íntegra, dura sólo 205 minutos; no llega a las tres horas y media. Así que va a ser la próxima, seguramente me la ponga nada más enviar esto al blog. Ya veremos si estoy lo suficientemente masoca como para ponérmela en japonés (subtitulado en castellano, ojo). Creo que sí.

Claro que, siguiendo con el cine japonés, mañana he quedado para ir a ver "Buenos días", una maravillosa película de finales de los cincuenta que hacía mucho no veía, y ahora reponen en un cine de Madrid.

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