30 enero 2009

Jenkem

Recientemente me enteré de la existencia de una droga llamada jenkem. Me recordó a los niños de la calle que veía Rapunzell durante su viaje a Bolivia, todo el día colocados con pegamento para no enterarse de nada de lo que pasaba a su alrededor.

Muchos chicos que viven en las calles de Kampala ni siquiera tienen recursos para conseguir pegamento. Así que recurren al jenkem que es, directamente, mierda fermentada. Recogen excrementos humanos de las cloacas, los meten en botes tapados durante una semana y luego los destapan y aspiran los vapores que han resultado de la fermentación. Metano y unas cuantas sustancias más. Según dicen, te deja completamente noqueado y no te puedes quitar el sabor a mierda de la boca durante varios días.

Prefiero no imaginarme el estado de desesperación constante en que deben vivir esos niños para preferir el jenkem a su vida.

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