31 agosto 2008

Japón

Este año voy a empezar la plasto-serie con un prólogo. La próxima entrada sera de las habituales (es decir, contaré todo lo que hicimos durante un día del viaje). Y ya aviso de que la serie de este año será especialmente plasto. Me ha ocupado 54 folios a mano (por una cara) y un boli ha muerto por el camino. Para que veáis que me esfuerzo por vosotros.

- No, si a mí me habría valido con menos esfuerzo. Una entradita de diez líneas ya me valía, de verdad...
- Postejodes. Si quieres leer una web bien escrita sobre Japón, vete a la de Kirai. Esto es una plasto-serie, y no se llama así por nada.

De vez en cuando meteré alguna entrada como ésta, en la que hablo sobre aspectos variados de Japón. Cosas curiosas, que me han llamado la atención o que pueden resultar útiles. Espero que quienes hayáis estado en el país reconozcáis lo que digo; si no estáis de acuerdo con algo, como siempre, tenéis los comentarios a vuestra disposición.

Reverencias. En Japón es habitual hacer reverencias en lugar de darse la mano. Es complicado saber qué reverencia es la adecuada en cada caso, o cuántas hay que hacer, pero no pasa nada: si eres occidental, nadie espera que sepas cómo funcionan. Cuando creas que se da una situación en que debes dar alguna muestra de cortesía (dar las gracias, te han dado las gracias a ti, saludas, te despides...), en lugar de hacer cualquier otra cosa, haces una pequeña reverencia con la cabeza, sonríes y arreglado.

Puede que alguien te dé la mano al estilo occidental; si es así, hay que darla flojito. A nosotros nos molesta que nos dejen la mano blanda, pero ellos no entienden eso de que te aprieten para saludarte. Y, al fin y al cabo, si te dan la mano están intentando ser agradables contigo usando tu costumbre, no se lo pongas más difícil.

La reverencia también se usa como saludo o muestra de respeto en otras situaciones. En un tren, por ejemplo; cualquier empleado que cruce el vagón hará una reverencia al pasaje cuando entra y otra cuando sale. O en un telediario; al empezar, antes de saludar de palabra, el presentador hace una reverencia a la cámara.

Pronunciación del japonés. El japonés no es un idioma especialmente difícil de entender. Me refiero a que no es demasiado difícil distinguir los sonidos; saber qué quieren decir es otra cosa. El motivo es la abundancia de vocales. En japonés, después de una consonante siempre va una vocal. La única excepción es la n, que puede ir a final de sílaba o palabra (ej.: Nippon, el nombre japonés de Japón). Al transcribir el japonés al alfabeto latino (romaji), a veces se ponen consonantes dobles, pero en japonés no se escriben así (aunque sí se pronuncian como dobles o geminadas, parecido a la n doble del castellano en palabras como innecesario).

Las vocales sí pueden ir solas. Dos vocales seguidas no forman diptongo en general. Los únicos diptongos japoneses son -ya, -yo, -yu; si se transcriben -ia, -io, -iu significa que no hay diptongo. Así, Tokyo o Kyoto tienen diptongo, pero Hokkaido o shiatsu no lo tienen. Y no, shiatsu no tiene dos consonantes seguidas. En la transcripción a veces usamos construcciones como ch-, sh- o ts- que representan un solo sonido. Si son sonidos geminados, se suelen transcribir como tch-, ssh- o tts- respectivamente

Los acentos se ponen como en Zárágózá: en todas las sílabas. Y, transcrito a romaji, todas las vocales se pronuncian más o menos como en castellano y las consonantes, como en inglés, salvo la w, que tiene un sonido un poco especial, pero también se puede hacer como en inglés. Las vocales pueden ser largas o cortas, pero esto no suele transcribirse. A veces sí, poniendo una línea o, menos frecuentemente, un circunflejo sobre la vocal larga: Tôkyô. En Japón sí suelen marcarse las vocales largas.

Y con esto ya podéis pronunciar el japonés con cierta confianza.

Dormir en el tren. En las grandes ciudades españolas no es raro ver gente durmiendo en su asiento del metro o tren, especialmente en hora punta, pero lo de Japón es la leche. Muchas veces ves a medio pasaje sobando. Así que, si os entra el sueño, no os cortéis, que los demás van a hacer lo mismo.

2 comentarios:

Fantine dijo...

Aunque estoy deseando que me cuentes con pelos y señales todo lo que habéis hecho .... casi que prefiero que me lo digas de viva voz ante unas birras y no leerme la plastoserie. Bueno, o sí, todo depende del tiempo que pueda sacar para ello ;)

Anónimo dijo...

Impresionante. Anoto también por el curso acelerado de japonés para impacientes.

...y la gothloli, ¿una "Alice" según American McGee?