Esta mañana he ido a una parada de taxis a coger uno. Había un poco de cola. Primero estaban dos chicos de unos treinta años, con pinta de magrebíes. Luego una chica de la misma edad, aparentemente española. Después una pareja de ecuatorianos (hombre y mujer), también treintañeros, y luego dos señoras mayores que parecían ser del barrio de toda la vida. Y luego yo, claro.
En esto que, después de un ratillo, empiezan a llegar los taxis. Cuando viene el primero, las dos señoras hacen gestos al taxi para que pare. Y éste para a su altura, nada de ir hasta el principio de la parada. Las dos viejas se suben sin más y el taxi se va. Mientras, llegan otros dos taxis; la chica sola coge el primero y los dos ecuatorianos, el segundo. Los dos chicos que estaban los primeros de la cola sonríen con cara de "bueno, lo de siempre".
Un minuto después ha llegado otro taxi. Aún me han preguntado si no lo cogía yo.
La explicación a todo esto es obvia. Las dos señoras se han desorientado y pensaban que eran las primeras de la cola. El taxista, además, ha tenido la desgracia de que se le calara el coche justo delante de ellas; por suerte, ha resuelto la avería rápidamente y ha arrancado con presteza. En cuanto a los otros, el sol les cegaba y les impedía ver que había más gente delante de ellos.
La actitud de los putos moros, riéndose del infortunio ajeno, es impresentable. ¡Que se vayan a su puto país, joder! Qué suerte tienen de haber venido a parar a un país que no es racista.
Coñas aparte, ahora estoy pensando que debería haber montado el pollo allí mismo. Así que tampoco me puedo colgar muchas medallas.
07 noviembre 2007
Estos moros...
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3 comentarios:
Es que en menudo pais vivimos que hasta los moros cogen taxis!!!!
Lo de no decir nada, con lo loca que está la gente hoy en día, aunque sea moralmente reprobable yo suelo mirar para otro lado, por si acaso.
El problema también que existe es que por cuatro moros chalados, faltones, etc, pagan todos los demás que pueden ser grandes personas, pero por si acaso no nos arriesgamos a comprobarlo
Comentaban el otro día en mi curro: "Mira los latin kings, los ñetas y demás. Y luego quieren que los integremos y los queramos". Flipante, todos los sudamericanos en el mismo saco. Y todos los españoles diseminados por el mundo seremos etarras, supongo.
Pues yo no me puedo callar cuando me calientan la sangre, ya he tenido más de un encontronazo con subnormales de ese calibre, aunque en el trabajo me las tenga que tragar como puños.
Taxistas tenían que ser...
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