Últimamente he estado viendo la serie The Office en DVD, cortesía de mi amigo Mono. Hay dos versiones de la serie: la original británica y la posterior versión americana. Aunque también he oído hablar bien de la versión yanqui, escrita y producida por Ricky Gervais y Stephen Merchant, al igual que la británica, es esta última la que yo he visto. Son dos temporadas con sólo seis episodios de media hora cada una, más un especial de Navidad en dos partes.
La serie se desarrolla en una oficina, como su nombre indica, perteneciente a una empresa papelera. Probablemente, el sector más aburrido que se les ocurrió a los creadores de la serie. Un equipo de la BBC está grabando un documental sobre la vida en la oficina, y es este documental el que vemos.
Los protagonistas son David Brent, el patético director de la sucursal (interpretado por el propio Ricky Gervais); Gareth Keenan, militar fracasado con ínfulas de jefecillo (Mackenzie Crook, el que hace del pirata con un ojo de madera en Piratas del Caribe); Tim Canterbury, el brillante comercial que no se atreve a hacer nada interesante con su vida (Martin Freeman, que luego protagonizó la versión cinematográfica de la Guía del Autoestopista Galáctico); y Dawn Tinsley, la aspirante a ilustradora infantil cuyas aspiraciones pequeño-burguesas han llevado a un triste trabajo de recepcionista (Lucy Davis). Todos ellos son unos fracasados de una forma u otra.
La serie es una comedia agridulce. No es una farsa, y aquí está su principal atractivo. Cualquiera que haya trabajado en una oficina encuentra elementos reconocibles. Pero lo peor de todo es que también podemos vernos reflejados en los protagonistas. Yo, al menos, veía algunos de mis propios defectos en todos ellos.
Tal vez lo preocupante sería no haberme dado cuenta.
25 septiembre 2007
The Office
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4 comentarios:
No te jode, a lo mejor te crees que el megaéxito de Dilbert es por lo buenos que son los chistes.
La mayoría silenciosa es lo que tiene.
Por cierto, el Gervais hace un baile acojonante en un episodio que es recordado en UK a la altura del episodio del libro de Umbral.
Ya, pero ver reflejados a los demás en una pandilla de inútiles es facilón. Es el secreto del éxito de House, por ejemplo.
En Dilbert todos los personajes son defectuosos, desde luego, pero apuesto a que hay mucha más gente que se ríe de la estupidez del jefe, en la que ven a alguno suyo, que de la inutilidad social del propio Dilbert, en la que pueden verse a sí mismos.
En cuanto al baile, es uno de los mejores momentos de la serie. Ya no se puede dar más pena. Ese día Ricky estaba inspiradísimo.
Una curiosidad: The Office se llevó un montón de premios, la mitad de los cuales fueron para Ricky Gervais como mejor actor (incluso ganó un Globo de Oro). Sin embargo, él no es actor profesional y, con la excepción de otra serie llamada "Extras" en la que volvió a hacer de todo, apenas ha vuelto a trabajar como actor.
Gorpik, me has hecho pensar. Eso no se hace XDDD
Mira, Gorpik, te voy a contar un secreto: Recordarle a la gente lo mediocre y pedorra que es su vida, no suele ser un gran negocio.
There's no business in truth.
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