Hoy hace treinta años de las primeras elecciones generales después del franquismo. El dictador llevaba poco más de año y medio bajo la losa cuando se celebraron, con participación de todos los partidos. No es mala marca.
Y este "todos los partidos" significa muchos más que hoy día. Me parece recordar que hubo nueve partidos que se presentaron en todas las circunscripciones. Y es que entonces no había referencias y no se sabía qué podía salir en esas elecciones.
En efecto, he escrito "recordar". Porque, a diferencia de muchos de los lectores de este blog, yo sí me acuerdo de esas elecciones. Ya tenía diez añitos, a punto de cumplir once.
Recuerdo que, en aquellos años, la política era el principal tema de conversación para todo el mundo. Y eso nos incluía a los chavales. En clase organizábamos nuestras propias elecciones clandestinas. Supongo que hoy día una cosa así podría incluso considerarse como actividad escolar, fomentada por los colegios, pero entonces no. Tampoco es que estuviera claramente prohibido; supongo que los propios profesores no sabían bien a qué atenerse.
También recuerdo que fui al colegio electoral con mis padres y cogí una papeleta de cada candidatura que se presentaba en Zaragoza. Mi intención era hacer lo mismo en todas las elecciones siguientes. Pena no haberlo hecho, seguro que ahora tendría una colección interesante. En realidad, ni siquiera sé qué habrá sido de aquellas papeletas que recogí. Sí recuerdo que muchas formaciones ni siquiera tenían logotipo. En el espacio reservado a él (el diseño de las papeletas apenas ha cambiado desde entonces) salía un cuadrado en blanco. Y una de esas formaciones sin logotipo sacó un escaño en mi provincia. Fue la entonces llamada "Candidatura Aragonesa Independiente de Centro", que luego se convirtió en el Partido Aragonés Regionalista (PAR), actualmente Partido Aragonés.
Otra curiosidad que hoy día sería casi impensable. Se organizó una candidatura independiente al Senado formada por tres personas con bastante prestigio entre la izquierda zaragozana (Sainz de Varanda, Martín Retortillo y García-Mateo), lo que hizo que varios partidos, el PSOE entre ellos, no presentaran candidatos al Senado y apoyaran esta candidatura. Los tres resultaron elegidos. Años más tarde, Sainz de Varanda acabó en el PSOE (y fue alcalde de Zaragoza hasta su muerte), Martín Retortillo en la UCD y García-Mateo, ni idea.
Es que la UCD, que fue la coalición ganadora de las elecciones (todavía no era un partido político) se había formado un mes antes. Sí, queridos niños, la UCD existió. Yo viví sus dos victorias en las elecciones de 1977 y 1979, y su debacle en 1982. Era una época en que todo cambiaba de la noche a la mañana, y un partido podía pasar de tener 168 diputados a sólo 11. Hoy día todo es más aburrido. Pero ya entonces se decía que un signo de una democracia madura era el aburrimiento.
15 junio 2007
Treinta años
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Yo también acudí a votar con mi madre ese día, y eso que tenìa apenas 26 días de vida. En parte mi madre quiso que mi hermano y yo participásemos de aquel día histórico, y en parte (todo hay que decirlo) no quería molestar a nadie para que nos cuidase, dado que a mi padre, como ya sucediera en el referendum para la reforma política y volvería a suceder con el de la Constitución, le tocó ser miembro de mesa electoral :P
De todos modos, me hace ilusión pensar que yo también estuve allí
Llevaba un tiempo pensando en escribir esta entrada, pero he acabado de decidirme, precisamente, al leer tu relato de aquel día, Fanti :)
Me ha llamado mucho la atencion el partido de Tierno Galvan. ¿Alguien se imagina ahora un Partido Socialista Popular?
Publicar un comentario