Me engancha Fantine a la cadena literaria. Cadena que llega sin instrucciones; de lo que he visto por ahí, deduzco que la cosa consiste en poner tres libros que hayan sido importantes en tu vida y luego pasar la bola a otras dos personas. Vayamos a ello.
Empezaré por "Momo" (Michael Ende). Claro, soy un enamorado de "La historia interminable", libro que me he leído un par de veces de un tirón (unas 20 horas). Pero creo que la pequeña Momo ha influido más en mi vida.
Me llamó mucho la atención que el "superpoder" de Momo no consistiera sino en escuchar a los demás. La mayoría de las personas tienen más interés en hablar que en escuchar. Es fácil ver una conversación en la que alguien está esperando a que quien está hablando se calle de una vez para poder decir lo que quiere. Momo me enseñó a no ser uno de ellos. Con éxito o no, eso lo dejo a quienes me rodeen en cada momento.
Leí "Momo" cuando tenía unos 15 años. Tal vez a alguien le parezca una lectura demasiado infantil. No comparto su criterio. Y, vaya, no he vuelto a leer ese libro. Cuando vaya por Zaragoza tendré que cogerlo otra vez, a ver cómo lo veo un cuarto de siglo más tarde.
Seguiré por orden cronológico de lectura, que no de escritura, para pasar a "Don Quijote de la Mancha" (Miguel de Cervantes). Pequeña curiosidad: aunque suele citarse como título completo "El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha", éste es el de la primera parte. La segunda se titula "Segunda parte del ingenioso caballero Don Quijote de la Mancha". Puesto que hoy día resulta absurdo no considerar las dos partes como un todo, dejaré el título acortado.
El Quijote me enseñó a apreciar la literatura clásica. Siendo un libro que relata los viajes del Quijote por España, yo lo leí durante un viaje por Europa. Me fascinó lo fácil que me resultaba conectar con un libro escrito hacía casi 400 años, pese a las claras diferencias culturales entre esa época y la nuestra. Desde entonces lo he leído varias veces y cada vez lo disfruto más.
Leí el Quijote por primera vez cuando tenía 21 años. La última fue cuando tenía 39. Entre medias ha habido otras, como digo.
Y acaberé por un libro contemporáneo, "Twelve Bar Blues" (Patrick Neate). La historia de Lick Holden, un talento malogrado del jazz, que se extiende a lo largo de dos siglos y tres continentes. No es un libro muy conocido; que yo sepa, ni siquiera se ha traducido al castellano. Pero me dejó asombrado ya desde el cuento que hace las veces de prólogo. Este libro sólo lo he leído una vez, pero no creo que tarde en llegar la segunda.
Ciertamente, para un aficionado a la música como yo, el libro puede ser más interesante que para quien no lo sea. No digamos si además te gusta el jazz de Nueva Orleans. Pero aparte de la música, la historia en sí es formidable. La lucha entre la intolerancia y el talento. La verdad es que me están entrando ganas de ir a la librería y cogerlo otra vez.
Leí "Twelve Bar Blues" cuando tenía 37 años.
Una última curiosidad sobre estos libros: ninguna de las portadas que he colgado aquí corresponde a las ediciones que yo tengo.
Ahora paso la cadena a una gran aficionada a la lectura, como es Siringa, y un iletrado virtual como es Hongos Young. Que yo sepa, aún no han pasado por aquí. A ver por dónde nos salen.
11 junio 2006
Cadena literaria
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