12 julio 2004

Amigos

Estos últimos días he estado haciendo una de las cosas que más me gustan: estar con mis amigos.

La cosa empezó el viernes. Ya sabéis que no las tenía todas conmigo respecto a mi futuro en la Banda. Sin embargo, mis temores se disiparon bien pronto. Nada más llegar a casa de mis padres, me llamó por teléfono uno de mis compañeros: "oye, que se me ha ocurrido que a mitad del concierto podrías cantar 'La ovejita lucera'." Estuve por contestarle: "no sólo éso, sino que me has quitado de golpe la tontería de dejar la banda." Pero bueno, lo dejé en que sí. Luego estuvo todo muy bien, aunque el concierto quedó un poco frío, pero salí con muchas más ganas que cuando llegué.

Como casi todos sabréis a estas alturas, bien porque estuvisteis allí, bien porque lo habéis leído en otros blogs, el sábado estaba de vuelta en Madrid para el Tindrichuzo / encerrona al Capi. Podéis acudir a los blogs de la propia Tindriel o de Imperator para leer relatos del acontecimiento. Por mi parte, me lo pasé en grande y tuve un sueño bastante curioso en el que no voy a extenderme.

El domingo por la mañana, después de desayunar en casa de Tindri, y cuando todavía no estaba seguro de si seguía pedo o tenía resaca, vuelta a Madrid. En metro, con Cassandra. Era la primera vez que cogía el Metrosur. Y, joder, estábamos en el culo del mundo. Teníamos que dar una vuelta enorme hasta llegar al enlace con la línea 10, y luego otro panzón de metro en Madrid. Pena que nadie nos hiciera una foto, debíamos de estar monísimos los dos medio dormidos en el metro, apoyados el uno contra el otro.

En vista de que ninguno de los dos teníamos grandes planes para el día (bueno, ella tenía que terminar su mudanza, aunque no tenía muchas ganas), le dije que se viniera a comer a casa. Así la veía, porque no había estado nunca. Supongo que se la tendré que enseñar otra vez otro día, porque casi nos quedamos dormidos otra vez en el sofá. Perdona, Cass, sé que no fui la mejor compañía del mundo, pero dormir contigo es encantador.

Hoy he ido a ver a un amigo del Núcleo al que habían operado recientemente. Era una operación sencilla, pero tiene que guardar reposo en casa y el chico se aburre. Así que para allá que hemos ido a darle la brasa. Y a cachondearnos de él, para eso somos sus amigos. Le hemos hecho escuchar un par de discos de Cream (sus gustos musicales son algo dudosos) y hemos estado charrando hasta por los codos.

Lo único que he echado en falta es a mi chica, a la que hace casi un mes que no veo. Pero, por lo demás, ¿se os ocurre alguna forma mejor de emplear el tiempo?

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